VALENTÍN
¿Quién eres?
Yo soy Valentín Carranza. Nací en un pueblo de Palencia. A los catorce años fui a estudiar maestría industrial a Valladolid y a los 18 fui a San Sebastián, donde compaginé el trabajo con el estudio nocturno y acabé de estudiar industrial en la escuela de peritos industriales en San Sebastián. Allí conocí la que es hoy mi mujer y... claro, pues, poco a poco de estar allí me vine a Pamplona y allí estuve dos años, aún no me había casado. Y ya en el 73 pues entré en la antigua caja navarra y de ahí hemos ido escalando ciertos puestos y acabé en el 2003, que me prejubilaron y… estoy jubilado. Le dedico el 100 por 100 de mis actividades a ADISCO y estoy pues, muy confortado.
¿Qué sentiste cuando nacieron tus hijos?
Bueno, ahí hay una vida muy larga y… no sales con defectos el primer día, digámoslo así. Daniel pues, nació bien aparentemente. Mi mujer tuvo problemas para dar a luz y después de estar muchísimo tiempo la criatura intentando salir afuera, me di cuenta de que la cabecica de Daniel estaba curvada, lo que me hizo pensar que el día de mañana podrían surgir problemas. A los dos días la cabeza estaba normal, pero el cerebro había sufrido daños y de ahí es de donde le vino la discapacidad que tiene. Lo hemos ido asumiendo poco a poco. Te cuesta, porque tus hijos quieres que sean los número uno en todo, pero no nos damos cuenta de que el uno y el noventa y nueve, porque todos son hijos.
¿Cómo son Daniel e Ignacio?
Cómo son de funcionamiento, de sus responsabilidades bajo mi punto de vista. Son dos muchachos ya con cierta edad (43 Daniel y 39 Ignacio) y yo los encuentro que son muy buenos. Ellos a su madre… pues, encantados. Ignacio le ayuda mucho, es muy ordenado y cualquier cosa que no está en su sitio la coloca. Por ejemplo, el lavavajillas pues lo recoje y lo pone en su sitio. A Ignacio le gusta más el recogimiento. En su habitación tiene su aparato de radio, su televisión, unos cuantos libros y… es un detalle muy curioso porque, ¿cómo puede estar en tantos sitios a la vez? Está viendo la televisión, con los auriculares escuchando la radio y con un libro ojeándolo y se entera de todo.
Daniel es más de estar conmigo, con su madre, con amigos. En ese aspecto son distintos. Para mí Ignacio es más observador y se aplica mucho en el sentido de quién está hablando.
¿Qué es ADISCO?
ADISCO como tal es Asociación de Discapacitados de Corella. La fundamos un grupo de padres. Entre ellos había dos que fuimos los más promotores, porque estábamos viendo que nuestros hijos no se iban a desarrollar en la vida laboral conforme a unos criterios válidos, porque aquí todo el mundo está dado de alta en la seguridad social, y hay otros centros que no funcionan así. Entonces, ante ese inconveniente que podía surgir a nuestros propios hijos, pues empezamos haciendo la asociación, la fundamos, a continuación fundamos un centro especial de empleo, que es en el que estamos actualmente. Empezamos con 7 personas trabajando y actualmente estamos en torno a unas 90 personas.
Lo fundamental, ¿por qué se creó ADISCO? Pues fue por la razón principal de nuestros hijos, para que ellos tuvieran un trabajo digno, que estuvieran trabajando dentro de sus posibilidades, porque unos tienen unas y otros tienen otras. Y nosotros no mirábamos si tú haces tres velas, y yo hago una, por qué el de tres tiene que cobrar igual que el de una. No. Nosotros miramos que cada uno según su capacidad dé el máximo posible, porque hay algunos discapacitados físicos que se pasan de listos y en lugar de hacer 20 a la hora, pues hacen 10. Sin embargo, el discapacitado intelectual es el que más da, porque da todo lo que él puede, que para mí es fundamentalísimo. (...)